MICRO PROYECTO

FOMENTAR LA HABILIDAD Y EL HÁBITO EN LA LECTURA A LOS NIÑOS DE PRIMER GRADO DE LA U.B.N.B MIGUEL ÁNGEL JUSAYU


Planteamiento del problema

Esta realidad hace necesario que el proceso de enseñanza de la lectura se desarrolle en un ambiente que propicie la participación activa y crítica de los alumnos del primer grado sección “A”. Esto implica cambiar las concepciones actuales, las cuales se ubican entre dos enfoques: el que confunde leer con descifrar, escribir con copiar y donde la actividad de la clase se organiza en torno a una secuencia de lecciones que deben aprenderse a través de la ejercitación mecánica, memorización y copia sistemática de un modelo.

Asimismo, existen docentes que se conforman con hacer la clase más divertida, tal como lo señala Ortiz (2004, p.8) introduciendo canciones y juegos, propiciando la lectura exclusiva de textos recreativos. Esta situación, en opinión de Duplá (2006, p.32), se produce porque no se utilizan estrategias didácticas que sirvan de mediadoras entre los que el aprendiz conoce y los contenidos culturales que la escuela necesariamente debe comunicar para cumplir con su función social de permitir a todos lo que ingresan a ella el acceso al conocimiento reconstruido el cual propiciará el enriquecimiento intelectual u la participación activa y crítica de la sociedad.

Desde esta perspectiva, la lectura es concebida como un conjunto de habilidades cuyas partes separables podían enseñarse en forma independiente, lo cual implica una habilidad compleja que se apoya jerárquicamente en la adquisición de otras habilidades, como las señaladas por Torres (2005, p.52): discriminación de las letras, sílabas, palabras, oraciones y finalmente la comprensión del texto, obviando que el sentido de la lectura está generalmente dado por el contexto, al dar por hecho que si el alumno reconocer todas las palabras podrá comprender el texto y concibiéndolo como un ser pasivo cuyo papel se reduce a extraer sentido de la lectura que se encuentra en las palabras que componen al texto.

Esta situación se hace evidente en el primer grado sección “A” específicamente en la Escuela “Miguel Ángel Jusayu”, en donde se observó en visitas reiteradas al plantel, así como en conversaciones informales con la docente, que la lectura se sigue enseñando de manera tradicional, es decir, utilizando las siguientes estrategias didácticas:
  • Presentación de las vocales una por una sea a través de una canción, un cuento, dibujos de palabras que comiencen con cada una de ellas.
  • Ejercitación oral y escrita de cada una de las vocales a través de la lectura en voz alta, copia y dictado de cada una de ellas o combinándolas.
  • Descomposición en sílabas de una palabra y estas en sus sonidos elementales, es decir, realización de ejercicios de distinción de los sonidos aislados de las letras.
  • Ejercitación de las vocales, combinándolas con el sonido de la letra que se pretende enseñar.
  • Formación y lectura oral de palabras nuevas y frases formadas con los signos conocidos.
  • Presentación de lecturas cortas para realizar ejercicios de comprensión lectora una vez dados todos los sonidos.


Por lo anteriormente expuesto, en esta investigación se propone un plan de actualización de las estrategias didácticas utilizadas por los docentes para entender o comprender, reflexionar y emitir alguna crítica a lo que leen, esto porque han desarrollado muy poco la habilidad y el hábito de leer.

Es necesario que los docentes pongamos atención a esta cuestión y considero que somos nosotros los que podemos propiciar que todos y cada uno de nuestros alumnos desarrollen la habilidad y hábito de, comprender, reflexionar y emitir juicios cuando se requiera de esto.


Justificación

Como ya se mencionó, el déficit de comprensión lectora en primer grado sección “A” de dicha institución es notorio, pero si queremos que nuestros alumnos se conviertan en constructores de significado, en lugar de lectores pasivos de textos que transfieren únicamente la información, es necesario cambiar la forma de enseñar la comprensión lectora. Para ello debemos modificar nuestras prácticas de clase a través de diversas estrategias que no sólo incluyan al alumno, sino a todos los agentes educativos.

El potencial formativo de la comprensión lectora va más allá del éxito en los estudios; la lectura proporciona cultura, desarrolla el sentido estético, actúa sobre la formación de la personalidad, es fuente de recreación y gozo. La comprensión lectora constituye un vehículo para el aprendizaje, para el desarrollo de la inteligencia, para la adquisición de cultura y para la educación de la voluntad. Si negamos a nuestros alumnos el placer de leer, que podremos esperar como sociedad, solo formar alumnos memorísticos, sin capacidad de crítica y análisis.

La lectura puede concebirse como un proceso racional que permite establecer nexos comunicativos entre el alumno y el escritor del texto, lo cual sólo se logra si el docente le facilita el desarrollo de ciertos procesos cognoscitivos como son el razonamiento, reflexión, juicio y la capacidad crítica de análisis y síntesis para establecer relaciones entre lo leído y su realidad. Puede decirse que de la manera como organice, oriente y facilite el proceso de aprendizaje de la lectura, dependerá el éxito académico de los alumnos, pues cuando se ha aprendido a leer se tienen las bases sólidas para toda futura educación e instrucción.

Desde esta perspectiva, el estudio se justifica desde el punto de vista teórico por cuanto ofrece aportes teóricos sustentados en diversos autores con el propósito de brindar a los docentes, tanto de la institución seleccionada para el estudio como de otras instituciones educativas estrategias didácticas novedosas, actualizadas, las cuales pueden mejorar la habilidad y el hábito de lectura en los educandos. De la misma forma desde el punto de vista pedagógico es importante porque propiciará la optimización de la práctica pedagógica de los docentes en cuanto a la enseñanza de la lectura generando en sus alumnos un aprendizaje significativo.


Objetivos de la Institución

Objetivo general
  • Desarrollar la habilidad y el hábito en la lectura en las y los estudiantes de  nivel Primaria.


Objetivos Específicos

Lograr que las y los alumnos:  
  • Aumenten su interés por leer.
  • Desarrollen su capacidad de comprensión en lo que leen.
  • Desarrollen su capacidad de reflexión y análisis de lo que leen y así puedan  decir con ideas claras de una manera oral o escrita su opinión acerca de lo  que leen.


Marco teórico

La investigación se fundamenta en el presente estudio por cuanto ofrece un análisis de las estrategias que utilizan los docentes para enseñar la lectura señalando la importancia de que estos cambien su esquema pedagógico para lograr que los alumnos adquieran un verdadero aprendizaje de la lectura.

En este orden de ideas, Marín (2006) realizó un estudio titulado "Estrategias didácticas y aprendizaje de la lectura" el cual tuvo como propósito determinar la relación entre las estrategias didácticas utilizadas por los docentes y el aprendizaje de la lectura de los alumnos de la I etapa de las instituciones educativas pertenecientes a la Parroquia Escolar Nº 2 de Maracaibo.

El estudio anterior se relaciona con la presente propuesta por cuanto señala la existencia de debilidades comunes entre los docentes sobre el uso de estrategias didácticas para la enseñanza de la lectura proponiendo para ello un plan de estrategias que permita actualizar su pedagogía en cuanto a la habilidad y hábito de lectura.



De acuerdo con Camilloni (2003, p.32) las estrategias didácticas son "las formas en que el docente crea una situación que permita al alumno desarrollar la actividad de aprendizaje", es decir, hacer referencia a una acción planeada especialmente para una situación concreta. Al respecto, Fairstein y Gyssels (2003, p.12) indican que una estrategia didáctica puede planificarse para una clase o una serie de ellas, especificando la forma de organizar el grupo, el orden de presentación de los contenidos, la preparación del ambiente de aprendizaje, el material didáctico a utilizar las actividades a realizar por los alumnos y el tiempo para cada una de ellas.

Existen diversas estrategias y la variedad depende de la creatividad del educador, por tanto, es recomendable combinar y articular diferentes estrategias de enseñanza a lo largo del tratamiento de un contenido, en diferentes clases o dentro de una sola. Al respecto, Feldman (2008, p.56) propone una serie de recomendaciones para la selección y preparación de estrategias didácticas:

Para planificar las estrategias: se debe organizar una esquema o mapa del contenido que quiere enseñar a trabajar con los alumnos, por cuanto esto le va a permitir al docente analizar qué posibles actividades se podrían hacer sobre ese contenido, decidir por qué tema es mejor comenzar, anticipar cuántas clases va a necesitar para los distintos temas y organizarlas, analizar qué partes podrían conectarse con lo que los alumnos ya saben y cuáles con lo que a ellos les interesa.

Para iniciar y finalizar la clase; se sugiere al docente informar a sus alumnos sobre lo que van a trabajar, cómo se va a desarrollar la clase, iniciar la clase con preguntas relacionadas con el tema que se expondrá, así como sobre los saberes previos de los alumnos. Para culminar la clase, se sugiere hacer siempre un resumen o cierre de la clase (lo propuesto, las actividades relacionadas, los temas vistos).

Asimismo, Díaz y Hernández (2007, p.70) señalan que las estrategias son procedimientos o recursos utilizados por el docente para promover aprendizajes significativos a partir de los contenidos escolares. En este sentido, puede decirse que el educador puede emplear las estrategias con la intención de facilitar el aprendizaje de sus estudiantes.



De acuerdo con Ortiz (2004, p.9) se entiende la lectura como:

Un proceso activo de construcción del sentido de un texto y no una simple actividad de decodificación. La comprensión del texto implica que el lector interprete lo que va leyendo, lo que el otro dice, sus intenciones, y esta interpretación dependerá del bagaje socio cultural del lector, de su conocimiento lingüístico, así como de las características del texto y las del contexto. De lo anterior se infiere que la persona que lee juega un papel activo en el proceso de comprensión de la lectura, ya que el sentido del texto lo construye cada lector, de acuerdo con sus actitudes, sus conocimientos previos y las operaciones mentales que pone en marcha para construir el significado global del mismo.

Al respecto, Villamizar (2006, p.21) señala que la lectura "se trata de una actividad mental de nivel elevado que exige la adquisición no sólo de automatismos, sino también de posibilidades, de medios de decodificación del significado". Esto implica que la lectura permite establecer nexos entre el lector y el autor del texto. Desde esta perspectiva, Pacheco (2005, p.131) plantea que "leer es la habilidad de la cual depende el individuo para aprender en el futuro; las habilidades adquiridas y capacidades ejercitadas en el proceso de aprender a leer, son esenciales para el desarrollo individual y social del lector".

De lo anterior se deduce que la lectura es un proceso que implica el desarrollo de esquemas acerca de la información presentada en los textos, es decir, aprender a leer implica el desarrollo de estrategias para obtener sentido del texto, independientemente de su estructura y del propósito del lector en el momento de leer.

Las estrategias de lectura se refieren, según Campos (2006, p.97) a:

Las operaciones mentales que ejecutan los lectores al construir el sentido de un texto, las cuales se ponen en marcha desde antes de comenzar a leer porque se adaptan al propósito de lectura y al tipo de discurso narrativo, descriptivo, argumentativo, expositivo y conversacional. De lo anterior se infiere que el alumno al leer pone en marcha un conjunto de operaciones mentales que le permite construir el significado global del texto, por lo cual cada estudiante ante una misma lectura y en un mismo contexto situacional, aporta interpretaciones diferentes o complementarias al mismo.


Estrategias didácticas para la enseñanza de la lectura

Valenzuela (2003, p.54) señala que existen diversas estrategias didácticas que pueden aplicarse en la enseñanza de la lectura; sin embargo, es fundamental los principios teóricos de los principales enfoques sobre ello. Por ello sugiere las siguientes:

Crear un ambiente propicio para la lectura: lo fundamental es propiciar el autoconocimiento, la cooperación y el diálogo, vivenciando espacios donde se haga uso del lenguaje escrito. Esto se puede lograr mediante las siguientes acciones sistemáticas:

  • Creación de espacios para la lectura y la escritura de textos de diversos géneros discursivos en contextos funcionales y comunicativos; información científica y periodística, literarios, humorísticos, instruccionales, epistolares y publicitarios. Es conveniente también favorecer la exploración y el descubrimiento guiado de la computadora como recurso tecnológico, utilizando hipertextos que posibiliten la interacción texto-imagen-sonido.
  • Implementación de espacios para la confrontación de las diferentes interpretaciones de un texto, de manera que los estudiantes confirmen y amplíen sus anticipaciones o descubran sus contradicciones, argumentando sus puntos de vista y buscando pistas en el texto por medio de la relectura del mismo.
  • Conformación de espacios para que los estudiantes y el docente pongan en común y confronten las estrategias de lectura que utilizan, con el propósito de fomentar la auto reflexión y avanzar en el proceso de comprensión y avanzar en el proceso de comprensión lectora.


Proporcionar experiencias de interacción con el lenguaje escrito: en este proceso, el docente y la escuela cumplen un papel fundamental por medio de las siguientes acciones sistemáticas:
  • Creación de un ambiente alfabetizador con la presentación de textos de diferentes géneros discursivos al alcance de los participantes para que ellos puedan manipularlos y explorarlos como el rincón de la lectura, bibliotecas de aula, periódicos murales y escolares, carteleras informativas, entre otros. El tener acceso a estos espacios le brinda al estudiante la posibilidad de descubrir que la lectura puede convertirse en una actividad alternativa en la cual ocupar su tiempo libre.
  • Planificación de acciones para involucrar el representante, proponiendo actividades que ellos pueden realizar en el hogar o involucrándose para que participen en el trabajo de interacción con los alumnos.
  • Espacios para la lectura con diferentes intencionalidades y en situaciones lo más parecidas a la práctica social.


Desarrollar las actividades básicas del lenguaje: como procesos interrelacionados propiciando que el alumno participe en diferentes situaciones orales, formales y no formales que le permitan, además de conversar, describir y narrar, argumentar, convencer, discutir, preguntar, exponer, explicar, solicitar y proporcionar información. Todo esto con el propósito de fomentar el diálogo, la argumentación y la emisión de juicios críticos, prestando atención a la estructura de las frases y al léxico de cada situación comunicativa. El aprendizaje de la gramática y la ortografía se debe realizar en un contexto funcional y comunicativo que propicie la auto reflexión sobre esos aspectos y la cooperación entre los estudiantes y el docente.


Conclusiones
  • Las causas del bajo rendimiento sobre comprensión lectora son diversos, pero el más preocupante es que nuestros alumnos muchas veces no conocen o simplemente no hacen uso de estrategias de lectura que les ayude a comprender un texto.
  • Diversos estudios demuestran que un buen uso de estrategias de lectura, origina que los alumnos creen trabajos creativos y mayor interés hacia la lectura.
  • Es fundamental que el docente oriente a sus estudiantes en cada momento de la lectura, ya sea en antes, durante y después de la lectura. Y es importante también que sepa que estrategias utilizar para cada momento.
  • Otro punto a analizar es que la docente, no hace uso de grupos de trabajo, para la comprensión de textos, pues en su mayoría prefiere la lectura individual.
  • El logro de un buen rendimiento de comprensión lectora, no solo es cuestión de proporcionar la mayor cantidad de libros a los estudiantes, sino, hacer que estos lleguen de una manera atractiva, para ello es de vital importancia el rol del docente.


Recomendaciones
  • Es necesario para poder tener, lectores efectivos, crear en nuestros alumnos hábitos de lectura y sobre todo estrategias que le ‘inyecten’ las ganas de querer leer un texto, es por ello que en las alumnas encuestadas se recomienda textos con temática la fantasía, el romance, la ficción, y sobre todo los que contengan imágenes (historietas), pues son las que le resultan más atractivas.
  • Dotar a la institución de libros atractivos para que los estudiantes se animen y fomenten los hábitos de lectura, y también para que los docentes monitoreen los procesos de lectura de sus estudiantes.
  • Crear concursos del mejor cuento del mes, o de la mejor canción, que son las herramientas que le parecen más atractivas a las alumnas.
  • De igual forma se sugiere que se trabaje con los alumnos mediante grupos de lectura, que se puedan ayudar y comentar las ideas del texto.
  • Es vital el papel del docente en los momentos de la lectura, por ello se debe hacer un monitoreo permanente en la lectura desde el inicio (otorgándoles datos previos), durante, (que sean capaces de inferir palabras) y después (permitirle a los alumnos que creen sus propias estrategias que le ayudan a captar su aprendizaje, que conozcan su metacognición).

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